miércoles, 7 de mayo de 2014

EL ZAGAL Muhammad XIII. Sultán de Granada




Su verdadero nombre era Abul Abd Allah Mohammad Ibn Said (1445-1500), vigésimo segundo sultán nazarí de Granada (1485-1487). Más conocido por los cristianos con el sobrenombre de el Zagal (el valiente). Este apodo se lo ganó en la batalla de la Axarquía en 1483, donde derrotó a las huestes cristianas.
Era hermano de Abu l-Hasan (Muley Hacén) y tío de Boabdil el Chico; por lo tanto un miembro relevante de la dinastía nazarí.
En 1482 fue nombrado walí de Málaga, y ese mismo año partió en ayuda de su hermano Abu l-Hasan cuando fue destronado por su propio hijo Boabdil.
La derrota y posterior apresamiento de Boabdil por parte del conde de Cabra en Lucena en 1483 posibilitó a  el Zagal reinstaurar en el trono a su hermano Abu l-Hasan. A partir de este momento el Zagal aglutinó todos los poderes y el protagonismo en la guerra que Abu l-Hasan venía sosteniendo contra su hijo Boabdil, que permanecía en tierras cristianas sometido a los Reyes Católicos.
En 1485, Abu l-Hasan, cansado y envejecido, acabó abdicando a favor de su hermano el Zagal. El nuevo soberano se estrenó en el cargo con dos grandes victorias sobre los castellanos; una contra una expedición salida de Alhama que pretendía saquear las tierras de Granada y otra sobre las huestes del conde de Cabra que intentó tomar la fortaleza de Moclín.
Ante esta perspectiva, los Reyes Católicos idearon una nueva estrategia, y fue la de liberar y apoyar a Boabdil en su lucha contra su tío; reiniciándose la guerra civil y de esta forma debilitar el reino granadino.
Tras arrebatar Almería a Boabdil, el Zagal pactó con su sobrio un reparto territorial en virtud del cual Boabdil se instalaría en el Albaicín y él se quedaría en la Alhambra.
En 1487 tras perder, entre otras plazas, Ronda y Marbella y caer estas en manos castellanas, el Zagal volcó todo su empeño en la defensa de Málaga, lo que debilitó su posición que Granada que terminó cayendo en manos de Boabdil, quién ya había firmado previamente un tratado con los Reyes Católicos en el que se comprometía a hacer la guerra a su tío en beneficio de estos y a rendir la capital nazarí.
Málaga terminó cayendo en manos cristianas, y tras perder Vélez-Málaga se retiró a Almería desde donde siguió haciendo frente al avance cristiano; pero tras la caída de Baeza, ya desolado y cansado de seguir haciendo una guerra inútil, el Zagal consintió en negociar con los Reyes Católicos su retirada, obteniendo un señorío que incluía Andarax, Órjiva, Lecrín y Lanjarón, incluyendo rentas y vasallos. El 21 de diciembre de ese mismo año el Zagal rindió la plaza de Almería, la última que le quedaba.
Tras la caída definitiva de Granada, y por lo tanto del reino nazarí, en la que él mismo había participado al servicio de los Reyes Católicos, comenzó a encontrarse a disgusto por la presión de los monarcas cristianos y por la enemistad que se granjeó con sus propios vasallos, sufriendo campañas de desprestigio impulsadas muchas veces por Boabdil en las que se le hacía responsable de los males del reino. Vendió sus territorios a los Reyes Católicos por cinco millones de maravedís y se dirigió a Fez (Marruecos) como tantos otros compatriotas habían hecho anteriormente, entre ellos su sobrino Boabdil.
El final de el Zagal es confuso, se cuenta que el emir de Fez (amigo de Boabdil) lo despojó de sus riquezas, lo encerró en un calabozo y lo dejó ciego a petición de Boabdil, terminando sus días viviendo de la caridad por las ciudades del norte de África y muriendo en 1500, unos creen que en el actual Orán y otros que en Tremecén (Argelia).

No hay comentarios: