Se trató de un novedoso Belén que recreaba de forma magistral una ciudad hebrea, en el que la característica fundamental fue la profundidad que se consiguió en la estructura de sus calles así como el gran realismo en todas las edificaciones de las que constaba.
Además de recrearse con el Belén, el público asistente se pudo entretener con los numerosos recitales de villancicos con los que distintos colectivos ciezanos, y a los pies del nacimiento, amenizaron las frías noches navideñas; después de degustar las tradicionales “castañas asadas” que se servían en un puesto que los organizadores instalaron a la entrada de la Ermita.
Este no es más que el inicio de un largo proyecto de colaboración entre los dos grupos festeros, ya que la intención es la de seguir todos los años realizando el Belén del Patrón con el fin de que esta tradición belenísta ciezana no caiga en el olvido; además de poner un granito de arena para que en estas entrañables fiestas no se pierda el “espíritu navideño” que todos deberíamos conservar.
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